Si en este 2019 uno de tus propósitos será comenzar a leer, entonces no querrás dejar ir esta lista, en la cual encontrarás 25 clásicos de la literatura que debes leer por lo menos una vez en la vida. Te prometemos que al terminar con el libro número 25, querrás seguir leyendo.
Ciudad de México, 15 de diciembre (SinEmbargo/Culturamas).-
Crimen y castigo, de Fyodor Dostoievski.
Crimen y castigo es una novela de carácter psicológico escrita por el autor ruso Fiódor Dostoievski. Fue publicada por primera vez en un diario llamado El mensajero ruso, en 1866, en doce partes, y publicada después como novela. Junto con Guerra y paz, de León Tolstói, se considera que la novela es una de las más influyentes e internacionales de la literatura rusa. Asimismo, los diálogos mantenidos entre el protagonista, Raskolnikov, y el inspector de policía, son considerados por algunos autores, como el prestigioso literato Stefan Zweig, una de las cimas de la literatura universal. Crimen y castigo gira en torno a Rodion Raskolnikov. El protagonista es un estudiante que apenas tiene para sobrevivir, ni siquiera a través de los esfuerzos de su madre Pulqueria y su hermana Dunia. Rodión se indigna con Dunia porque quiere casarse con un abogado y él sabe que el matrimonio es por interés, para ayudar a Rodión.
La carretera, de Cormac McCarthy.
En un mundo apocalíptico donde llueve ceniza, un hombre y un chico cruzan a pie el territorio norteamericano en dirección al sur. El hambre es mucho más que una preocupación diaria: es la medida de todas las cosas y las bandas de caníbales asolan el país convertido en un yermo donde sólo la barbarie ha echado raíces. El amor de un padre por su hijo es, sin embargo, la única luz de una tierra que ha perdido a sus dioses. Quizá el fuego de la civilización no se haya apagado para siempre. “Esta novela está llamada a ser una de las grandes obras de la literatura universal.”
Diez negritos, de Agatha Christie.
Diez personas reciben sentadas cartas firmadas por un desconocido Mr. Owen, que las invita a pasar unos días en la mansión que tiene en uno de los islotes de la costa de Devon. La primera noche, después de la cena, una voz los acusa, de ser culpables de un crimen. Lo que parece ser una broma macabra se convierte en una espantosa realidad cuando, uno por uno, los diez invitados son asesinados en un atmósfera de miedo y mutuas recriminaciones. La clave parece estar en una vieja canción infantil: ‘Diez negritos se fueron a cenar, uno se ahogó y quedaron nueve. Nueve negritos trasnocharon mucho, uno no despertó, y quedaron ocho…’.”
La mujer del viajero en el tiempo, de Audrey Niffenegger.
Una conmovedora historia de amor que desafía el paso del tiempo. Una fascinante y muy poco convencional historia de amor: Henry es bibliotecario y padece una extraña disfunción genética que le hace viajar involuntariamente en el tiempo; Clare, su mujer, es artista. Su amor es apasionado y sólo aspiran a llevar una vida normal. Sin embargo, los viajes al pasado y al futuro de Henry, que a veces producen situaciones comprometedoras y otras divertidas, son un desafío a su relación. Una novela que invita a pensar en la perdurabilidad del amor y el paso del tiempo, en la emoción irrepetible de las primeras sensaciones, tanto en una relación como en la vida. Una lectura que, llevando de la sonrisa a la emoción, conmueve. Y una historia original e inolvidable.
Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.” Mito por derecho propio, saludada por sus lectores como la obra en español más importante después de la Biblia, Cien años de soledad cuenta la saga de la familia Buendía y su maldición, que castiga el matrimonio entre parientes dándoles hijos con cola de cerdo. Como un río desbordante, a lo largo de un siglo se entretejerán sus destinos por medio de sucesos maravillosos en el fantástico pueblo de Macondo, en una narración que es la cumbre indiscutible del realismo mágico y la literatura del boom. Alegoría universal, es también una visión de Latinoamérica y una parábola sobre la historia humana.
La vida secreta de las abejas, de Sue Monk Kidd.
Ambientada en Carolina del Sur en 1964, La vida secreta de las abejas es la historia de Lily Owens, cuya vida ha sido formada alrededor del recuerdo confuso de la tarde en que su madre fue asesinada. Cuando Rosaleen, la bravía madre postiza negra de Lily, insulta a tres de las personas mas racistas del pueblo, Lily decide que ambas deben ser libres. Ellas escapan a Tiburón, Carolina del Sur, un pueblo que guarda el secreto del pasado de su madre. Alojadas por un excéntrico trío de hermanas negras apicultoras, Lily es introducida al fascinante mundo de las abejas y la miel, y a la Virgen Negra. Esta es una novela notable sobre el poder divino femenino, una historia que las mujeres compartirán y pasarán a sus hijas por generaciones.”
La letra escarlata, de Nathaniel Hawthorne.
La letra escarlata es una novela de Nathaniel Hawthorne publicada en 1850. Está enmarcada en la puritana Nueva Inglaterra de principios del siglo XVII. Relata la historia de Hester Prynne, una mujer acusada de adulterio y condenada a llevar en su pecho una letra “A”, de adúltera, que la marque. Ella no revela la identidad del padre de su hija, y trata de vivir con dignidad en una sociedad injusta e hipócrita. En la novela, Hawthorne trata los temas de la gracia divina, la justicia y el castigo.
Los pilares de la tierra, de Ken Follett.
Situado en la Inglaterra del siglo XII, el clásico medieval de Ken Follett nos transporta a la ciudad de Kingsbridge, donde contra un trasfondo de luchas religiosas, se alza una gloriosa catedral gótica y se entrecruzan las vidas y ambiciones de cinco hombres y mujeres, creando una hechizante historia de poder, amor y muerte.Los pilares de la Tierra es el hechizante bestseller de Ken Follett y constituye una excepcional evocación de una época de reyes, damas, caballeros, castillos, pugnas feudales, y sobre todo, violentas pasiones.
El viejo y el mar, de Ernest Hemingway.
Una de las historias más grandes jamás contadas. En Cuba, un viejo pescador ya en el crepúsculo de su vida, pobre y sin suerte, cansado de regresar cada día sin pesca, emprende una última y arriesgada travesía en busca de una gran pieza. Cuando al fin logra dar con ella, comienza una feroz lucha. Y el regreso a puerto, con el acoso de los elementos y los tiburones, se convierte en una última prueba. Como un rey mendigo, coronado por su imbatible dignidad, el viejo pescador culmina finalmente su destino. En la cúspide de su maestría, Hemingway alumbró una historia en cuya sencillez vibra el clásico tema del valor ante la derrota, del triunfo personal sacado de la pérdida. El viejo y el mar lo confirmó como uno de los escritores más significativos del siglo XX, obteniendo el Premio Pulitzer y allanando su carrera hacia el Premio Nobel.
Juego de tronos: Canción de Hielo y Fuego, de George R.R. Martin.
En el legendario mundo de los Siete Reinos, donde el verano puede durar décadas y el invierno toda una vida, y donde rastros de una magia inmemorial surgen en los rincones más sombríos, la tierra del norte, Invernalia, está resguardada por un colosal muro de hielo que detiene a fuerzas oscuras y sobrenaturales. En este majestuoso escenario, lord Stark y su familia se encuentran en el centro de un conflicto que desatará todas las pasiones: la traición y la lealtad, la compasión y la sed de venganza, el amor y el poder, la lujuria y el incesto, todo ello para ganar la más mortal de las batallas: el trono de hierro, una poderosa trampa que atrapará a los personajes… y al lector.
Las aventuras de Sherlock Holmes, de Sir Arthur Conan Doyle.
Las aventuras de Sherlock Holmes es una serie de relatos de Sir Arthur Conan Doyle que comprenden las aventuras del famoso detective Sherlock Holmes y su amigo, el Dr. Watson. Los relatos de esta serie son: Escándalo en Bohemia. La Liga de los Pelirrojos. Un caso de identidad. El misterio del valle Boscombe. Las cinco semillas de naranja. El hombre del labio torcido. El carbunclo azul. La banda de lunares. El dedo pulgar del ingeniero. El aristócrata solterón. La diadema de berilos. El misterio de Copper Beeches.
Rebeca, de Daphne du Maurier.
"Anoche soñé que volvía a Manderley…"
Nadie que conozca la película basada en esta novela podrá olvidar la voz en off que recita la frase inicial de la obra más lograda de Daphne du Maurier: Rebeca. Así comienzan los recuerdos de la segunda señora De Winter, que la transportan de nuevo a la aislada y gris mansión situada en la húmeda y ventosa costa de Cornualles. Con un marido al que apenas conoce, la joven esposa llega a este inmenso predio para ser inexorablemente ahogada por la fantasmal presencia de la primera señora De Winter, la hermosa Rebeca, muerta pero nunca olvidada. Su habitación permanece intacta, sus vestidos listos para ser lucidos y su sirvienta, la siniestra señora Danvers, aún le profesa una devoción malsana.
Y con el espeluznante presentimiento de que algo maligno le está aprisionando el corazón, la joven comienza a investigar el verdadero destino de Rebeca: el oscuro secreto de Manderley.
Grandes esperanzas, de Charles Dickens.
Esta es la historia de Pip, un joven huérfano y miedoso cuyo humilde destino se ve favorecido por un benefactor inesperado que cambiará su vida y hará de él un caballero.Grandes esperanzas es una maravillosa novela de aprendizaje, con una magistral galería de protagonistas que trazan un acabado retrato de época, y, al mismo tiempo, una honda reflexión sobre las constantes de la condición humana.
Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll.
El cuento de Alicia en el país de las maravillas es un clásico de la literatura universal cuyos personajes son entrañables a la mitología y al folklore ingleses. Las célebres obras contenidas en este libro están enclavadas en el terreno de lo irracional y del absurdo, son un desesperado intento de unir la lógica al sinsentido. Son trabajos que se mantienen con vida autónoma y ejercen aún viva influencia, como un modo siempre renovado de reflejar el universo, como una forma siempre nueva de humor y, sobre todo, como un intento de encontrar una lógica y una coherencia en aquello que por principio escapa a todas las leyes, lo que de irracional contiene nuestra existencia. Alicia… y su secuela, a grandes trazos, pueden ser el intento de creación de un mundo que, estéticamente coherente, logra reflejar el sinsentido del nuestro.
A sangre fría, de Truman Capote.
“El pueblo de Holcomb está en las elevadas llanuras trigueras del oeste de Kansas, una zona solitaria que otros habitantes de Kansas llaman ‘allá’…” A partir de esta localización precisa, Truman Capote captura al lector en una historia apasionante, e inaugura -como él mismo proclamara- un género. La historia es la de los cuatro integrantes de la familia Clutter, salvajemente asesinados en su casa, una tragedia que se enlaza con el linchamiento de Dick Hickock y Perry Smith, cinco años, cuatro meses y diecinueve días más tarde.
Un árbol crece en Brooklyn, de Betty Smith.
Corren los años veinte del siglo pasado y descubrimos a la pequeña Francie Nolan leyendo sentada en la escalera anti-incendios de su casa, a la sombra de un árbol que solo crece en los barrios más pobres de las grandes ciudades. Poco a poco, la mirada se aleja de la chiquilla para abarcar a la estrafalaria familia Nolan, que malvive en un barrio de Brooklyn. Conoceremos así a sus padres, a su hermano y a la entrañable tía Sissy, que usa a los hombres para aplacar sus instintos maternales. Francie crece rodeada de los libros que tanto le gustan y pronto empieza a preguntar y a pedirle a la vida algo más que un triste acomodo en la mediocridad. De esas hermosas y tercas ganas de saber nace Un árbol crece en Brooklyn, una novela donde cualquier detalle de la vida doméstica revela un mundo hecho de apuestas y deseos, donde los personajes son tan próximos que nos duelen sus dolores y donde el sueño americano cobra por fin peso y color.
El color púrpura, de Alice Walker.
Un clásico del feminismo y la lucha contra el racismo del siglo XX.
Esta es la historia de dos hermanas: Nettie, que ejerce como misionera en África, y Celie, que vive en el Sur de Estados Unidos, casada con un hombre al que odia y abrumada por la vergüenza de haber sido violada por quien cree que es su padre. A lo largo de treinta años ambas mantienen el recuerdo y la esperanza de reencontrarse y vuelcan sus sentimientos en unas cartas conmovedoras. Pero la dramática existencia de Celie cambiará cuando entre en su vida la amante de su marido, una extraordinaria mujer llama Shug Avery.
Alice Walker traza en esta ya clásica historia, narrada en formato epistolar, un crudo y sin embargo bello relato del abuso hacia las mujeres y la comunidad afroamericana en los Estados Unidos de la primera mitad del siglo XX. El relato de ambas hermanas, merecedor del Premio Pulitzer y del National Book Award en 1983, se convierte en símbolo de una lucha que aún a día de hoy no hemos acabado de librar.
El Conde de Montecristo, de Alejandro Dumas.
Para Alejandro Dumas, el novelista más leído de su tiempo porque era un narrador por excelencia, escribir era vivir con plenitud. Nadie corno él para atrapar al lector; era un mago de la palabra y de la acción. En un viaje por el Mediterráneo, Dumas pasó por una islilla en la que no pudo desembarcar porque “estaba en rebeldía”. Era la isla de Monte-Cristo. El nombre le llamó la atención y, posteriormente, escribió una obra en la que dio cuerpo a un hijo de su imaginación y a una de las novelas más apasionantes que se han escrito: El conde de Montecristo. Esta novela es de todos porque cada ser humano lleva en su corazón un agravio, una injusticia, una pena en busca de redención. Es una tragedia que limpia el alma, que redime, que apasiona, que mueve, que conmueve. Cada uno de nosotros es un conde de Monte-Cristo en busca de una salvación.
Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain.
En una población a orillas del río Mississippi vive Tom Sawyer, un muchacho travieso, experto en saltarse las normas y escabullirse de la escuela para embarcarse en las aventuras más peligrosas y disparatadas. A pesar de vivir en 1850, en el sur de Estados Unidos, en una época marcada por la esclavitud y a las puertas de una guerra inminente, Tom Sawyer respira libertad e imaginación. Siempre al margen del mundo de los adultos, Tom se divierte de mil formas diferentes; jugando en el bosque, navegando en un barco pirata y buscando tesoros, pescando en el río o nadando, y comiendo manzanas como si fueran el dulce más preciado. Todo eso es lo que hace de Tom un personaje en el que de algún modo te reconocerás, porque con él te adentraras en ese verano permanente que todos nos resistimos a olvidar.
El dador, de Lois Lowry.
Así se describe el incierto futuro de un niño que habita un mundo supuestamente ideal: sin conflictos, pobreza, desempleo. divorcio. injusticia ni desigualdades. Una sociedad en la que los valores de familia son de máxima importancia, la rebelión juvenil es algo desconocido y la educación es casi una forma de vida. Contado con una sencillez que engaña, esta es la provocativa historia de un niño que experimenta algo increíble y emprende algo imposible. Este libro cuestiona todos los valores que siempre hemos dado por supuestos y vuelve a examinar nuestras creencias más profundas. Diciembre es el mes en el que se celebre la Ceremonia anual, en el que los Doce reciben sus asignaciones vitalicias determinadas por el Comité de Ancianos. Pero Jonás, un niño que cumple sus doce años, ha sido elegido para algo muy especial. Cuando su selecciona le lleva ante el más honorable de los Ancianos – el Dador -, Jonás comienza a darse cuenta de los oscuros secretos que subyacen bajo la frágil perfección de su mundo.
El principito, de Antoine de Saint-Exupéry.
El clásico de la literatura, no solo infantil, narra la historia del Principito, el cual a través de un lenguaje aparentemente sencillo y de vivencias propias, deja enseñanzas de vida que ayudarán a la comprensión y valoración, tanto de las cosas sencillas como de las complejas.
Cumbres borrascosas, de Emily Brontë.
Cumbres borrascosas, la épica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Con ella, Emily Brontë rompió por completo con los cánones del decoro que la Inglaterra victoriana exigía a toda novela, tanto en el tema escogido como en la descripción de los personajes. La singularidad de su estructura narrativa y la fuerza de su lenguaje la convirtieron de inmediato en una de las obras más perdurables e influyentes de la historia de la literatura.
Harry Potter y la piedra filosofal, de J.K Rowling.
Harry Potter se ha quedado huérfano y vive en casa de sus abominables tíos y del insoportable primo Dudley. Harry se siente muy triste y solo, hasta que un buen día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. En ella le comunican que ha sido aceptado como alumno en el colegio interno Hogwarts de magia y hechicería. Allí aprenderá trucos y encantamientos fabulosos, y hará un puñado de buenos amigos… aunque también algunos temibles enemigos. Y, sobre todo, conocerá los secretos que lo ayudarán a cumplir con su destino.
El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo, de J.R.R. Tolkien.
En la adormecida e idílica Comarca, un joven hobbit recibe un encargo, custodiar el Anillo Único y emprender el viaje para su destrucción en las Grietas del Destino. Acompañado por un mago, hombres, elfos y enanos, atravesará la Tierra Media y se internara en las sombras de Mordor, perseguido siempre por las huestes de Sauron, el Señor Oscuro, dispuesto a recuperar su creación para establecer el dominio definitivo del Mal.
Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.
Una de las obras maestras de la literatura no sólo inglesa sino universal. A lo largo de una trama que discurre con la precisión de un mecanismo de relojería, Jane Austen perfila una galería de personajes que conforman un perfecto y sutil retrato de la época: las peripecias de una dama empeñada en casar a sus hijas con el mejor partido de la región, los vaivenes sentimentales de las hermanas, el oportunismo de un clérigo adulador… El trazado de los caracteres y el análisis de las relaciones humanas sometidas a un rígido código de costumbres, elementos esenciales de la narrativa de la autora, alcanzan en Orgullo y prejuicio cotas de maestría insuperable. "Pero mi locura no ha sido el amor sino la vanidad."
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